Me sorprendió un poco el frío del metal en mis pies. El Sol brillaba en lo alto, era un día hermoso y común.
Después del trabajo debía regresar a casa, pero hoy me detuve a ver el fútil horizonte.
El vestido se me levantaba con el viento mientras mis tacones vacíos, tirados sobre el concreto del puente peatonal, me veían balancearme encima del plateado pasamanos.
Me despedí de mis amigos del número cuatro y salté.
Me gusta! es corta y poderosa, la veo en imágenes, como encuadres de cine .o.
ResponderEliminarEstá genial :) me gusta
ResponderEliminar