domingo, 30 de enero de 2011

Familia

Las familias no son perfectas. La Iglesia mormona tiene la creencia de que las familias son eternas. No sé si sea verdad, lo cierto es que todas tienen problemas. Ya sea un divorcio, violencia doméstica, abandono o alguna situación similar.

Muchas veces me quejo de mi padre, en realidad no llevamos una buena relación. Nunca coincidimos en nuestros puntos de vista. También supongo que sigo resentida porque nunca estuvo presente.

Nunca tuve una figura paterna. Tal vez pudiera ser un tío que me visitaba cuando era pequeña,  pero desafortunadamente un asaltante lo mató. Recuerdo poco de él, pero tampoco tengo muchas memorias de mi padre.

Y no es porque mi padre no quisiera estar conmigo. Mi padre es un militar jubilado. Ahora trabaja en la policía federal. No sé porqué le gustan los trabajos así.

Lo que no notamos cuando somos niños o jóvenes es que nuestros padres también tuvieron padres y posiblemente ellos tampoco hicieron un buen trabajo. Pensamos que deberían saber cómo ser padres sólo porque son adultos.

Legalmente soy adulta pero no tengo ni la menor idea de cómo cuidar a un niño. Ser padre no es fácil. Y menos si se tuvo una vida sin padres, como es el caso de mi papá.

Nunca  me había contado su historia tan ampliamente como lo hizo esta vez. Nunca quise saberla en realidad. Me bastaba con culparlo por su mal desempeño como padre.

Mi papá, como todo el mundo, tenía un padre y una madre. Vivía con ambos y sus tres hermanos. Nunca tuvieron mucho dinero.

Cuando tenía siete años su mamá murió. Él pasó deprimido bastante tiempo. Su padre trabajaba como obrero y nunca estaba en casa así que él y sus hermanos tuvieron que hacerse cargo de las labores del hogar como lavar, hacer la comida y estudiar.

El abandono hizo que mi papá y sus hermanos se volvieran más independientes, pero también que se la pasaran en la calle. ¿Qué  más podría hacer un grupo de niños? El mayor de sus hermanos tenía diez años y la menor, meses.
Su padre los mandó a un internado católico fuera de la ciudad en Ozundilla, Estado de México. Ellos no soportaban estar encerrados. A sus tías no les pareció y los regresaron a la casa pero tampoco quisieron hacerse cargo de ellos con excepción de la menor.

Continuaron la vida de pobreza y descuido pero al crecer decidieron trabajar. Mi padre pasó por muchos empleos: vendedor, obrero, ayudante de zapatero y demás. Lo que fuera para ganarse unos pesos.

Abandonó la primaria dos años a causa del trabajo y la depresión. Al volver al estudio lo ayudaron las palabras de maestros entusiastas. También escuchó a su padre, que a pesar de no tener educación, lo aconsejaba en ser siempre muy trabajador y estudioso.

Cumplidos los 16 años entró a la secundaria nocturna. No abandonó el trabajo e incluso se inscribió al Penthatlón.
Siempre le ha gustado hacer ejercicio, supongo que debe ser a raíz de esa buena experiencia.

Dicen que el Penthatlón es la escuela del carácter y la formación ciudadana. Como sea que fuere, hizo que mi padre ganara confianza y se volviera más positivo. También ahí oyó hablar del Heroico Colegio Militar.

Decidió presentar su examen al Colegio Militar, al Politécnico y a la UNAM para continuar con sus estudios. El primero en darle los resultados fue el Colegio Militar. Decidió quedarse allí porque era internado y además le darían dinero para salir.

Mi padre ama su vida militar, supongo que fue una de las mejores decisiones que pudo tomar. Además, mi mamá también es enfermera militar. Si no fuera por eso, mis padres nunca se hubieran conocido y yo no hubiera nacido.


3 comentarios:

  1. A veces culpamos sin conocer el trasfondo de las cosas...
    Desafortunadamente no nacemos con instructivo de como debemos ser guiados y nuestros padres, no nacen sabiendo desespeñarse como tal... que complicado!!! Yo por eso prefiero un perro... jajaja

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  2. Sí, yo tampoco quiero hijos. No soy muy fan de los niños.

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  3. Muchas veces, si no es que siempre, (por lo menos en mi caso) nos ponemos a criticar duramente a nuestros padres sin tomar en cuenta que también ellos están viviendo, toman desiciones y a veces aciertan y a veces no... si no es que la cagan, o simplemente nos descepcionan :/ y por lo mismo no nos ponemos en sus zapatos como para entender por qué pasó lo que pasó... ah! es muy complejo :/ vivir en familia es de las cosas más dificiles que hay!

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